Los empalaos hacen su via-crucis individualmente, saliendo de un sitio secreto. En el curso del mismo tienen que arrodillarse a orar ante cada cruz del recorrido y ante cada penitente que encuentra a su paso. Este rito requiere de gran habilidad para poner las cuerdas alrededor del cuerpo, pero finalmente las llagas y hematomas producidas por el roce del timon y las sogas son inevitables..Valverde de la Vera, Caceres. Spain. 21 de Abril de 2011.
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